La propia ansiedad es un obstáculo para adelgazar. La ansiedad quiere hablar y manifestarse, dice algo del que la padece. Son muchos los casos donde comer deja de ser un simple acto de alimentación, tomando la comida otro significado.
La ansiedad o angustia es algo que sentimos, la vamos a calificar de estado afectivo. Corresponde a un afecto de carácter desagradable, del que nos queremos desprender lo más rápidamente posible, ya que en muchos casos puede incluso provocar estados de hiperventilación, taquicardia, sudoración, ahogos, sensaciones corporales muy molestas que hacen imaginar a la persona angustiada que puede llegar a morir o a volverse loca.
Como hemos dicho es una sensación, un sentimiento, nada más. No hay amenaza real para la vida. Muchas personas cuando sienten nerviosismo, agitación e inquietud, recurren a la comida para intentar paliar este estado o porque sienten que les genera satisfacción y calma. No comen por hambre o por necesidad, comen para calmar su estado anímico, su situación emocional, su ansiedad.
Comen para calmarse y eso les produce sentimiento de culpabilidad, lo que aumenta nuevamente su ansiedad, entrando en el círculo vicioso que les perjudica. Algunas de las sensaciones que la ansiedad o la angustia producen en las personas son:
a) Un estado de excitación general.
Muchos pacientes con sobrepeso ante su estado de inquietud acuden a la nevera para descargar su excitación ingiriendo alimentos que su cuerpo no necesita. Por ejemplo: ¿no te ha pasado nunca que después de una discusión en la que no le has podido decir todo lo que querías a la persona con la que discutías o después de una frustración laboral, llegas a casa y descargas tu rabia, tu ira, contra ti mismo? Estás llenando esa insatisfacción ansiosa con comida. De alguna manera, comes para calmar la excitación surgida en la discusión.
b) Un estado de espera angustiosa, que te hace anticipar fantasiosamente de forma pesimista la realidad.
La angustia y la ansiedad siempre aparecen frente a la incertidumbre, como no sabes cóva a ser el futuro, te angustias. Para llenar ese vacío, esa incertidumbre, acontecen fantasías, la mayoría de las veces catastróficas, acerca de ese futuro desconocido. A veces esta espera angustiosa, se llena con comida. Por ejemplo: estás en casa, esperando la llegada de tu pareja, que hoy se retrasa más de lo habitual, comienzas a fantasear que llega tarde porque ha tenido un accidente de vuelta del trabajo, este nerviosismo te lleva a comer compulsivamente o sobrealimentar a tus hijos, si los tienes.
c) Los ataques de angustia o de pánico son una explosión repentina que se sacia comiendo.
Los conocemos como ataques de bulimia, comer sin que haya ninguna situación previa que aparentemente te lleve a justificar el atracón. No podemos reducir la bulimia únicamente a los ataques de pánico, la bulimia nos habla de una dificultad para parar de comer, se trata, en muchos casos de una imposibilidad para poner límites, problema que se repetirá, probablemente, en otras actividades de tu vida. Como esa pareja de enamorados que no pueden interrumpir el encuentro y quieren pasar juntos todo el tiempo, dejando de hacer otras cosas beneficiosas para ellos. Hay que aprender a puntuar, a finalizar las cosas a tiempo.
d) A veces, un estado angustioso puede llegar a convertirse en un miedo, una fobia que, como en la agorafobia, te impida salir a la calle, encerrando tu vida en un limitado espacio donde la búsqueda de satisfacciones puede hacer de la comida una fácil vía de consuelo.
La comida hace de acompañante frente al encuentro con la situación angustiosa. Si comes no te sientes solo. La comida es la compañía. Has de saber que no vas a conseguir solucionar tu ansiedad comiendo porque se trata de un estado psíquico que requiere de un tratamiento adecuado para calmarlo. Una escucha especializada te ayudará a entender qué intentas calmar cuando comes.
Has conocido el Porque la ansiedad nos hace engordar. Sigue conociendo más consejos para adelgazar saludablemente como: Secreto para adelgazar
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