La cicela dulce es una hierba muy poco apreciada. Su sabor suave y anisado implica dulzura, lo que hace que su presencia junto a la fruta picante -como el ruibarbo, clásicamente- sea buena (y potencialmente más saludable). En este caso, hace su magia con las grosellas. Si no tiene cicely dulce a mano o no puede conseguirla, las hojas de hinojo, la menta coreana, la albahaca tailandesa o griega, el estragón o el perifollo harán algo similar. Para 4 personas
Ingredientes Ensalada de Guisantes, Cicelia y Lechuga
Calabacines 6, cortados por la mitad en sentido longitudinal
Grosellas 150 g, con la parte superior y el rabo
Chalotes 1, cortados en rodajas finas
Aceite de oliva para rociar
Vinagre o kombucha 4 cucharadas
Guisantes 200 g, sin cáscara y crudos
Canónigos un puñado grande
Cicely dulce unas cuantas ramitas
Como hacer esta ensalada de Guisantes, Cicelia y Lechuga
1 Precalentar el horno a 180°C/gas 6. Coger 2 bandejas de horno y colocar los calabacines en una y las grosellas y los chalotes en otra. Rocía ambos con aceite de oliva y salpimienta, y salpica ligeramente con el vinagre o la kombucha.
2 Asa los calabacines durante unos 5 minutos hasta que estén tiernos y todavía firmes, y las grosellas un poco más, hasta que se colapsen y hayan soltado sus jugos. Deja que ambos se enfríen.
3 Poner la mezcla de grosellas en un bol y añadir un poco más de aceite para hacer un aliño. Mezclar los calabacines con los guisantes y los canónigos. Salpimentar y colocar en un bol, y cubrir con el aliño de grosellas y las ramitas de cicely.
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